Diez años, 11 meses, 15 dÃas y 28 minutos.
Esa es la cantidad de tiempo que mi hijo ha vivido en el lado de la tierra. ¿Como puede ser?
No voy a ser hiperbólico y decir que se siente como “ayer” porque … bueno, no se siente como si fuera ayer. Se siente como mucho tiempo.
Pero tampoco parece posible que haya sido madre durante más de una década, que estemos a más de la mitad de esta cosa idÃlica y gastronómica conocida como “infancia”.
Últimamente, me encuentro mirando a mi hijo, buscando al niño, el bebé, que solÃa ser. ¿A dónde fue ese niño? Sus grandes mejillas gruesas se han ido. Sus ojos almendrados son un poco más redondos ahora. Incluso su cabello largo y peludo se ha cortado. Mi hijo pequeño se está convirtiendo en alguien diferente, y soy muy consciente de que los cambios solo se acelerarán en los próximos años.
La paternidad tiene una manera de sorprenderte, no solo porque es más difÃcil, mejor y mucho más de lo esperado, pero también porque el tiempo no es lineal ni consistente. El tiempo parece girar, doblarse y saltar para que parezca que se ha saltado años enteros mientras que algunos dÃas han durado toda la vida. Los hitos que creÃas que serÃan importantes: aprender a caminar, ir al jardÃn de infantes, perder un diente, se deslizan en el éter de la vida diaria.
Son las aleatorias noches de los martes, los villancicos entre semana, las fiestas de baile en la cocina que se graban en nuestros cerebros. Y asà es que 10 años, 11 meses, 15 dÃas y 28 minutos de alguna manera se sienten como un realmente gran cosa.

Cuando mi hijo cumplió 10 años, ¡dos dÃgitos! – Celebramos con la fanfarria habitual pero poca emoción. Tuvimos una pequeña fiesta con algunos amigos cercanos y cantamos “Feliz cumpleaños” al menos media docena de veces, pero no hubo lágrimas ni angustia de los padres por el rápido paso del tiempo.
Pero ahora, a los 10 años, 11 meses, 15 dÃas y 28 minutos, me pregunto: ¿Es esto tan bueno como se pone? ¿Es esta la última mejor edad de la infancia? O peor, ¿es este el comienzo de la final de la infancia?
Estoy teniendo grandes sentimientos sobre esto.
No soy de los que anhelan los años de bebé o quiero apresurarme en la siguiente fase. Realmente creo que la mejor fase es en la que nos encontramos, ya sea en los primeros años de la infancia, en la infancia o en este “punto ideal”. Incluso los tres años ocupan un lugar especial en mi corazón, y no me atribuyo a los “niños pequeños, pequeños problemas; niños grandes, grandes problemas “mentalidad. Todo es duro y bueno, solo por razones muy diferentes. Estoy seguro de que amaré y odiaré los años de la adolescencia, al igual que simultáneamente amé y odié la fase del recién nacido.
Pero…
Diez.
DIEZ.
Diez años, 11 meses, 15 dÃas y 28 minutos para ser exactos.
Suspiro…
Esto es algo completamente diferente. Se siente como un punto de inflexión. Como si parpadeo o gire la cabeza por un minuto, cuando miro hacia atrás, la infancia será un arcoÃris en el espejo retrovisor en lugar de la niebla que a veces parece que estamos atravesando. Diez es un pie firmemente plantado en la infancia y el otro caminando con cautela hacia esos años de preadolescencia y, finalmente, la edad adulta.
Diez es deportes y Xbox y hacer dibujos de animales. Diez son tacos de béisbol y copas atléticas. Se está zambulliendo para atrapar en el jardÃn (y en realidad lo está haciendo), pero también llorando en el banco después de ponchar, nuevamente.

Diez son puertas cerradas, seguidas de abrazos llorosos y disculpas. Diez son largas conversaciones y preguntas difÃciles sobre Dios y el sexo y por qué hay tantas personas sin hogar. Ten quiere saber realmente las respuestas a esas preguntas y tener sus propias perspectivas y opiniones. Diez es saber cuándo decir no más hablar, por favor.
Diez está mirando Moana y Guerra de las Galaxias. Está cantando junto a bandas como The XX e Imagine Dragons, pero está equivocando la mayorÃa de las palabras. Diez son juramentos ocasionales y bromas inapropiadas de “yo’ mamá “. Diez finalmente está entendiendo el sarcasmo.
Diez es ruidoso y molesto. Se trata de hilanderos inquietos y volteo de botellas. Diez también es dulce y suave. Son tarjetas hechas a mano del DÃa de la Madre y un brazo alrededor de un amigo cuando lloran.
Diez todavÃa viene a tu cama por la mañana para acurrucarse, pero en lugar de dibujos animados, Centro de deportes está prendido.
Diez son camisetas malolientes y axilas sudorosas. Diez son recordatorios constantes para tomar una ducha ya.
Ten se inclina por abrazos (¡en público!), Pero no quiere tomarse de las manos. Es largo la hora de acostarse, abrazos algunas noches y olas rápidas otras noches.
Diez se queda solo en casa (por cortos perÃodos de tiempo). Es caminar a la tienda de conveniencia para comprar dulces y traer algo a casa para su madre. Ten se olvida de la tarea algunos dÃas, pero recuerda estudiar para un examen de ortografÃa otros dÃas.
Ten pone los ojos en blanco ante las escenas de besos en las pelÃculas de acción. Diez quiere ver pelÃculas de terror, pero cierra la mayor parte del tiempo. Diez son pies que crecen dos tamaños en la misma cantidad de meses. Diez es una frente que llega hasta el cuello de mi hombro.
Diez es poco. Diez es grande.
Y sÃ, 10 es la última mejor edad de la infancia.