Puedo saborearlo, dulce victoria. De acuerdo, nunca antes habÃa salido victorioso en ninguna competencia, asà que dudo que sepa a qué sabe la victoria, pero estoy seguro de que la sensación que he tenido ha sido muy cercana.
¿La victoria sabe a alcohol? O tarta de queso? ¿Si? Entonces estoy justo ahÃ.
Mi último bebé, mi bebé para siempre, tiene un par de meses menos de 2 años, y con cada cambio de pañal, me doy cuenta de que está un segundo más cerca de arrojar su tumba de pene de plástico por calzoncillos de niño grande, preferiblemente con Patrulla de la pata o Guerra de las Galaxias adornándolos, y aunque no soy un soñador, estoy listo para que él deje caer su pseudo traje de velcro y saque su basura justo frente al Dios de porcelana más cercano. Señor escucha mi oración. Las razones son infinitas.
1. Su fuerza hercúlea
Con 21 meses y 39 libras, mi hijo es un monstruo con fuerza hercúlea. Imagina a Hagrid, como un niño pequeño. ¿PodrÃas imaginarte gentilmente tendiendo a Hagrid sobre una mesa para cambiar pañales y limpiando cuidadosamente las heces de su trasero? ¿No? Bien, porque no va a suceder. Y con mi hijo, es más loco que imaginar al bebé Hagrid, porque es real y es gigantesco.
2. Su necesidad de tocar a sus privados
A los hombres les encanta tocar sus pollas. A los niños les encanta agarrar sus penes. Y a los niños pequeños, a los niños pequeños no les importa cómo ni por qué; Si tienen acceso a su basura, van a tirar y picar y agarrar sus pequeñas partes durante todo el intercambio de cambio de pañales. Bruto.
3. Su amor por los baños
Mi niño piensa que los baños son fregaderos. Jugará en ellos, los obstruirá con animales de peluche y papel higiénico, ocasionalmente sacando el cepillo y el émbolo mientras juega. El está listo. O eso, o será el mejor fontanero conocido por el hombre.
4. La cantidad de sus pañales sucios
Nadie hace caca cinco veces al dÃa y nunca tiene caca los domingos. Asà no es cómo funciona.
5. Su amor por la música
Mira, no puedes correr por la casa, desnudo, bailando al “Centro” de Macklemore a menos que estés entrenado para ir al baño. No, cállate, no puedes. Eventualmente, con todos esos movimientos, tendrás que orinar, y no podrás hacer tu negocio en los mosaicos Lani de mamá.
Como puede ver, con la próxima temporada de vacaciones, este niño tendrá que llegar al baño. No puedes bailar desnuda para John Denver y los Muppets si no puede controlar sus intestinos o al menos su orina, a menos que sea mi abuela de 94 años, porque ella tiene un pase.