Cuando te pido que te sientes conmigo y establezcas algunas reglas y lĂmites para vivir por tu cuenta el prĂłximo año, mantĂ©n los ojos en blanco y los suspiros molestos y ponte en mis zapatos por un minuto. Como madre, me preocupo. Me preocupo más en un dĂa que tĂş en un año. Me he acostado en mi cama mirando el techo temiendo este dĂa durante años y, sin embargo, está aquĂ y todavĂa no estoy seguro de cĂłmo manejarlo.
Tiene una enfermedad crĂłnica, como diabetes tipo 1, epilepsia o enfermedad de Crohn. Es un gran problema y, como padres, tratamos de mantenerlo en la sombra y vivir una vida “normal”. Los peligros se arrastran por la noche. Los pequeños percances como la falta de insulina, la falta de alimentos, las complicaciones que sufres cuando atrapas incluso los insectos más básicos del resfriado y la gripe. No me gusta decirlo en voz alta, pero podrĂas morir.
PodrĂa morir por cualquiera de estas cosas porque no puede tomarse un dĂa libre. Diablos, no puedes tomarte una hora libre, y eso me asusta porque en casa siempre supe cuando ignorabas tu diabetes y no lidiabas con los altibajos de tu nivel de azĂşcar en la sangre. PodrĂa molestarte para controlar tu nivel de azĂşcar en la sangre y cumplirĂas. PodrĂa obligarte a levantarte y buscar tu kit de prueba y lo harĂas.
ÂżPero quiĂ©n va a hacer eso ahora? Lo dirĂ© de nuevo, podrĂas morir. PodrĂas morir solo en tu dormitorio y no estarĂ© allĂ para salvarte con un refresco azucarado o una inyecciĂłn de glucagĂłn. No puedo vivir con ese miedo. Simplemente no puedo.

AsĂ que escĂşchame: las reglas y limitaciones pueden salvarte la vida y, si no quieres creer eso, entonces sĂ© que podrĂan salvarme la vida. No puedo dejarte ir sin saber que tenemos un trato. No puedo dejarte ir sin que aceptes mantenerte con vida todos los dĂas. Lo odio, pero es verdad. No puedo dejarte ir hasta que tengamos un trato.
DesearĂa no tener que tener estas conversaciones. DesearĂa que pudieras mudarte a los dormitorios, obtener mononucleosis, saltear clases, deshidratarte y privarte del sueño como lo harán muchos estudiantes de primer año, pero no puedes. Hemos mantenido su enfermedad en la sombra, pero ya no podemos fingir que es igual que el resto de sus compañeros.
No eres el mismo y hasta que no haya una cura para lo que te aflige, nunca lo serás. Entonces, lo siento, pero las reglas para ti son diferentes. Odiame si es necesario, puedo soportarlo. Solo no me ignores. Solo no me interrumpas. De hecho, soy tu mayor admirador y tu mayor seguidor, pero necesito mantenerte con vida.
No hay palabras para cuánto odio tu enfermedad. No hay una medida de cuán duro y cuánto tiempo estoy dispuesto a luchar por ti. Necesitamos enfrentar esto juntos. Necesitamos trabajar juntos. Entonces, por favor, tĂłmate un minuto y ponte en mi lugar. DĂ©jame ordenar tus recetas y asegĂşrate de tenerlas en tu dormitorio. PermĂtame programar las visitas de su mĂ©dico durante los descansos cuando estará en casa. Escuche mi plan para registrarme y monitorear y asegurarme de que está bien.
Quiero ayudar. Quiero dejarte cuidar de ti mismo y mantener vivo tu espĂritu independiente, pero necesito un poco de mano antes de soltarlo por completo y es posible que tambiĂ©n necesites algo de mano.
Siempre has sido mi luchador feroz. Nunca intentĂ© romper tu espĂritu y hacerte cumplir con las normas. AlentĂ© tu naturaleza independiente y tu sentido del humor sarcástico, por lo que no soy una alegrĂa total.
La escuela será un desafĂo. El plan de estudios en la universidad es riguroso y estás a punto de experimentar una gran bofetada acadĂ©mica en la cara. Su tarea se va a multiplicar, necesita hacer amigos, necesita comer, caminará mucho para ir y venir de las clases. Toda tu vida está a punto de cambiar; dĂ©jame tomar algo de la carga que trae tu enfermedad.
No puedo darme inyecciones, eso no funcionará. Pero puedo pedir insulina y mantenerlo con jeringas durante todo el año. Medicamentos para las náuseas, sĂ, puedo pedir eso tambiĂ©n. Subcontrata estas tareas para mĂ. No se apoya en mĂ. No eres tĂş el dĂ©bil. Somos nosotros trabajando juntos. Somos nosotros los que ganamos.
Saquemos su enfermedad de las sombras y la dejamos caer sobre la mesa frente a nosotros y la diseccionaremos en pedazos pequeños. Dividamos cualquier tarea o carga que podamos. El año que viene será increĂble si estamos en la misma página. En lugar de estar molesto conmigo, dĂ©jame entrar, puedes echarme más tarde … tal vez no, pero vamos con eso por ahora.
Estoy todo adentro, Âży tĂş?