Durante casi un año, llevé interruptores de luz en mi bolso.
Lo has leĂdo bien. Dos interruptores de luz. Uno blanco de estilo tradicional, el otro blanquecino con un eje de balancĂn de tres pulgadas de ancho.
¿Por qué?
Porque cuando mi hijo tenĂa dos años, le gustaba desnudarse y correr por la casa apagando todas las luces que podĂa alcanzar.
En pĂşblico, por lo general, permanecĂa vestido apropiadamente, pero a menudo tenĂa que intervenir cuando sus pequeños guantes graciosos intentaban mover cada palanca, girar cada perilla y presionar cada botĂłn que se cruzaba en nuestro camino.
Los ascensores fueron una pesadilla durante esa fase, y las alarmas de incendio me dieron palpitaciones.
Durante una carrera de recado particularmente exasperante, llevĂ© a mi pequeño hombre al pasillo del pomo de la puerta de nuestra ferreterĂa local, donde podrĂa haber pasado horas girando, empujando, tirando y bloqueando. Finalmente, quedĂł satisfecho, y mi agotado yo podĂa respirar.
¡Y ahà fue cuando surgió la idea! Apuesto a que esos dos rectángulos de plástico fueron los juguetes más baratos que he comprado.
Cuando mi pequeño individuo de alta energĂa se abalanzĂł sobre los botones de un elevador, o peor aĂşn, comenzĂł a detectar alarmas de incendio, ese hardware adicional me salvĂł.
Estoy seguro de que me veĂa muy extraño, esperando en la fila para renovar mi licencia de conducir con mi niño pequeño en mi cadera moviendo esos interruptores hacia arriba y hacia abajo, arriba y abajo.
Estoy seguro de que levanté algunas cejas en el consultorio del dentista y en el banco con estos juguetes no convencionales.
Y probablemente tambiĂ©n confundĂ a mi hijo un poco. Cada vez que movĂa esos interruptores solitarios y sin cables, escaneaba la habitaciĂłn para descubrir exactamente quĂ© estaba encendiendo o apagando. Estoy seguro de que estaba decepcionado cuando no nos sumergimos en la oscuridad.
Por extraño que pareciera, funcionó para nosotros. Y eso es todo lo que importa.
En esta era de consejos interminables para padres, desde las redes sociales, blogs, artĂculos y todos los que conoces, nadie te va a decir que compres dos interruptores de luz para llevar en tu bolso para ocupar a tu pequeño niño. Pero para nosotros, fue la soluciĂłn perfecta.
Cuando comencĂ© a llevar interruptores de luz en mi bolso hace tantos años, me di permiso para concentrarme más allá de los manuales de crianza y las convenciones populares. Al hacerlo, enfrentĂ© los desafĂos de mi hijo, avivĂ© sus intereses y alentĂ© su curiosidad y creatividad.
Además, aprendà que cuando se trata de la crianza de los hijos, a veces solo tienes que hacer lo que funciona para ti y tu familia.
Incluso cuando se ve un poco tonto.
Somos Scary Mommies, millones de mujeres Ăşnicas, unidas por la maternidad. Tenemos miedo y estamos orgullosos. Pero Scary Mommies son más que madres “simples”; somos parejas (y ex parejas), hijas, hermanas, amigas … y necesitamos un espacio para hablar sobre otras cosas además de los niños. AsĂ que mira nuestro Scary Mommy es la página personal de Facebook. Y si sus hijos no tienen pañales y guarderĂa, nuestro Página de Facebook de Scary Mommy Tweens & Teens está aquĂ para ayudar a los padres a sobrevivir la adolescencia (es decir, el más aterrador de todos).