Al igual que usted, recientemente me abrĂ paso por los pasillos de Target para reunir los suministros para el regreso a la escuela de mis hijos. ÂżLápices mecánicos? ¡Por supuesto! Marcadores lavables? Por quĂ© no? ÂżEl pegamento exprimible tradicional de Elmer? No lo estamos usando en mi casa, ¡asĂ que tĂralo al carrito! No me malinterpreten, el verano con los niños es la mermelada, pero en agosto, esta mamá oso en particular está lista para reclamar esa parte de su cerebro que ha sido secuestrada durante los Ăşltimos dos meses por la insaciable necesidad de mis hijos de llamar mi atenciĂłn.
Eso es hasta que nos enfrentamos al temido dĂa de enfermedad.
Seamos realistas, la escuela primaria de mis hijos (y todas las demás escuelas primarias en el mundo libre) tambiĂ©n podrĂa llamarse “Germy Germy Cesspool Primary”. Claro, los maestros nos dicen que los niños se lavan las manos, desinfectan, se tapan la tos, pero todos lo sabemos mejor. Los niños son asquerosos. Y si quiero admitirlo o no, las leyes de ser un niño dictan que los mocos de la nariz de otro niño llegarán a la boca de mi hijo, y no hay nada que pueda hacer para detenerlo.
Entonces, para prepararme para la inevitable llamada de la enfermera de la escuela, he compilado una lista de las tres cosas más importantes que mis hijos captarán de los suyos este año escolar. Y no te preocupes, no hay resentimientos. Estaremos más que felices de transmitir los gérmenes una vez que hayamos terminado con ellos.
1. El iniciador de “heces sueltas”
Comienza con una caca acuosa. Ya sabes el tipo. Suena a orina, huele mucho peor? Comienza allà y rápidamente se transforma en un ciclo de explosiones gastrointestinales que convierten su casa en una escena de una versión muy orientada al baño de Groundhog Day: Vomit. Diarrea. Sorbo de Gatorade. Vómito y diarrea al mismo tiempo. Arcadas. Repetir.
Afortunadamente, todos entenderán esto, excepto mamá. Claro, vomitará un poco en su boca mientras raspa el vómito seco de la parte posterior del inodoro, pero eso realmente no cuenta.
2. La tos persistente
Esta dolencia casi sin sĂntomas es como la kriptonita en un registro de asistencia libre de imperfecciones. Mi hijo tuvo el resfriado hace tres semanas, pero un goteo posnasal con dolor en el culo tiene un agarre mortal en la garganta y lo mantiene tosiendo, como, por un millĂłn de dĂas.
El niño está literalmente haciendo balas de cañón desde el respaldo del sofá y, por lo que parece, está completamente bien, pero no puedo enviarlo a la escuela porque sĂ© que me mirarás de reojo (como lo harĂa tĂş) mientras está hackeando todo tu niño Patrulla de la pata mochila.
3. El ojo de rosa
ÂżCrees que tu familia es demasiado limpia para llamar la atenciĂłn? Oh, cariño, eso es adorable. Porque hermana, el ojo rosado nos viene a todos. Es allĂ, en ese toque de “sueño” en el rabillo del ojo de su hijo, que limpia con ternura con el dedo Ăndice desnudo. Está allĂ, en el escritorio del salĂłn de clases, que tocĂł casualmente antes de ajustar despreocupadamente su lente de contacto. Está allĂ, en la funda de almohada, donde amablemente apoyaste la cabeza para ayudar a tu pequeño y cansado a acomodarse para pasar la noche.
Siempre está ahĂ. Supurante Esperando.
Y viene por ti.
¡Pero no temas, mamas! Si bien los inevitables dĂas de enfermedad sacudirán su mundo, convertirán su pila de ropa en un montĂłn insuperable y lo dejarán luciendo como si no se hubiera pasado un peine por el cabello ya que Taylor y Kanye todavĂa estaban hablando, todavĂa habrá motivos para celebracion.
Los dĂas de enfermedad son nuestro tiempo para brillar. Somos los guardianes y dadores de todas las cosas que “nos hacen sentir mejor”. Desde acurrucarse extra a episodios extra de Martha habla, nadie cuida mejor a un pequeño para que recupere la salud que su madre.
Y tienes ese en la cerradura.